El 31 de agosto de 1996 se dio un encuentro histórico cuando Eddie Van Halen pasó el día con un tipo al que le había seguido sus pasos mientras tocaba junto a David Lee Roth: Jason Becker. El ex compañero de Marty Friedman en Cacophony había sido diagnosticado con ELA, o enfermedad de Lou Gehrig, y su salud ya estaba bastante complicada. Van Halen había ido a la casa de Jason para apoyar a su amigo, regalarle una guitarra, y para filmar un video promocional de concientización sobre la ELA.
El video también documenta la increíble fuerza de Jason Becker, quien había sido privado de poder continuar con su carrera tal como venía haciéndolo. De todos modos y tal como se puede ver en el documental Not Dead Yet, Jason se las arregló para luchar contra esta enfermedad debilitante. Becker perdió la capacidad de tocar la guitarra, caminar, hablar y respirar por sí mismo. Pero nunca perdió sus ganas de vivir ni sus ganas de crear música. Al comunicarse a través de una serie de movimientos oculares con un sistema desarrollado por su padre, Jason deletrea palabras, así como notas musicales y acordes.
«Eddie era una persona hermosa», dice Becker. «Fue increíblemente amable conmigo y con mi familia. No solo fue mi mayor influencia, tenía un corazón enorme. Honestamente, me salvó la vida».
El video de la reunión entre ambos guitarrista es una pieza histórica de visita obligada.
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