por Matías Gallardo
“¿Viste toda la actividad volcánica que hay últimamente?”. Así saluda Jaz Coleman cuando Jedbangers lo encuentra durante una tarde en Palermo, a donde se acercó para hacer reportajes antes de la fecha que hará con su nueva banda, Dr. Jaz Coleman and The Orchestra of Death, el próximo domingo 29 de junio. Será el segundo show del grupo, y al igual que el debut, se dará en el marco del también recientemente inaugurado Club Malvinas. Sucede que el ¿ex? cantante de Killing Joke se mudó al país -sí, Argentina- hace un par de años y, con ayuda de artistas locales, empezó a idear un espacio que se propone ser una usina cultural en tiempos apocalípticos. Durante más de una hora, Jedbangers habló con Coleman de su nuevo proyecto, de la situación del mundo, y del futuro de su carrera. Este es un breve adelanto de lo que saldrá en la próxima revista.
- ¿Y eso es solo una etapa geológica o es algo que…?
Jaz Coleman: Creo que lo están provocando el Sol, las tormentas solares y las eyecciones de masa coronal. Lo que es un punto discutible es qué es lo que está provocando al sol. Hay varias posibilidades. Una posibilidad es que los astrofísicos piensan que es bastante seguro que nuestro sistema solar tiene otro planeta y que está en una órbita elíptica y, a medida que se acerca a nuestro sistema solar, el magnetismo de todos los planetas cambia y sus polos se invierte, y la actividad solar cambia… así que esta podría ser una posibilidad.
- ¿Y eso implica consecuencias cataclísmicas?
Jaz Coleman: Uh, no te quepa la menor duda. Es decir, creo que la aceleración hacia la guerra mundial se debe a que los poderes fácticos saben lo que se avecina, que va a tener que ver con el espacio, que habrá cataclismos en múltiples áreas y no les importa, así que se trata de una apropiación de recursos.
- ¿Cómo las guerras futuras que serán por el agua?
Jaz Coleman: Bueno, por eso están presionando a Rusia. Creeme. Occidente es… Soy un tipo viejo, así que recuerdo cuando, al final de la Guerra Fría, James Baker III le prometió a Gorbachov —a Eduard Shevardnadze, que trabajaba para Gorbachov— que no habría ningún movimiento hacia el este con la OTAN. Y hoy Rusia está rodeada. Y, por supuesto, Rusia sabe que su punto débil es Ucrania. Desde 2014 trabajo en Rusia con la música clásica, así que estuve observando la situación desde allá. Desde 2014, Occidente ha estado básicamente… ha iniciado una guerra híbrida. Porque si nos fijamos en todos los políticos, reciben órdenes del Foro Económico Mundial o del Club de Roma, y la agenda de estos nexos corporativos es expandirse hacia el territorio ruso, que abarca 13 husos horarios y se extiende desde el mar Negro hasta el Pacífico y el Ártico. Y quieren esos recursos. Es algo corporativo.
- Como lo que hicieron en Irak.
Jaz Coleman: Exactamente. Les importa un carajo cuando se trata de algo como el Tíbet. No hay petróleo en el Tíbet. Les importan un carajo esos lugares, ¿entendés? (risas). Este es el trasfondo del Club Malvinas. Se trata de crear un club que es básicamente un club social donde la gente, como al principio de mi carrera, habla entre sí y habrá mucha más interacción entre los seres humanos que lo que solemos ver ahora. Es una época diferente, así que quería crear un club que mantuviera estos valores, donde se pudieran encontrar posibles colaboraciones y que tuviera como telón de fondo el cataclismo global.
- Una especie de regreso a un espíritu más comunitario.
Jaz Coleman: Por supuesto. Es decir, si no vamos a ver el sol durante décadas —podría ser porque India y Pakistán libren una guerra nuclear limitada o porque hayan entrado en erupción supervolcanes que bloqueen la luz solar y provoquen una mala cosecha—, si esto va a suceder, tenemos que unirnos para resolver qué hacer con el suministro de alimentos y la supervivencia. Y creo que el papel del club es introducir estas ideas y facilitar una red.
Jaz estará dando lugar a una nueva edición del «Club Malvinas Underground Forum«, el espacio de música y arte underground que fundó él mismo. Según la info oficial, la Jaz Coleman and The Orchestra of Death «son a veces una banda, a veces un conjunto clásico compuesto por músicos de alto calibre en sus respectivos campos». Esta vez estará acompañado del ex Fun People -y actual Fantasmagoria- Gori en guitarra, Nico Sorín en teclados, Gómez Casa en batería, Franco Fontanarrosa en bajo y la otra guitarra estará a cargo de Chowy Fernández, aportando tal vez el toque más pesado. Además, el evento contará con la musicalización de Rotman y Asia del Sur y una charla introductoria a cargo del propio Coleman, quien interpretará música escrita en Islandia (1982) y en Argentina (2025).
- Dada tu crianza en la época del punk rock, ¿qué tan difícil es crear algo así, con ese espíritu comunitario que mencionabas, cuando la gente parece no prestarle atención a nada más que a sí misma?
Jaz Coleman: Bueno, lo primero que hay que hacer es prohibir el uso de teléfonos móviles, para que la gente se vea obligada a interactuar. De hecho, cuando organizamos una fecha del Club Malvinas, animo a la gente a que se presente con un desconocido de la sala. Y ahí es donde empieza todo.
«Yo vi cómo la música cambia vidas, y me gusta pensar que este club facilita la generación de proyectos creativos para sobrevivir».
Jaz Coleman
- ¿Entonces crees que no hay diferencia entre la época punk, en la que el espíritu comunitario estaba más presente, y la actualidad?
Jaz Coleman: No. Definitivamente había más espíritu comunal. Y había menos competitividad en términos de ego. Por ejemplo, en los primeros 15 conciertos que hice, era normal ver a los miembros de los Sex Pistols o Public Image Limited en el camarín diciendo: “Uh, esta noche la rompieron” o “esta noche no estuvo tan bien, hubo problemas con el problema de sonido”. Era normal tener este tipo de interacción. Había menos rivalidad. Todo el mundo estaba en una banda. Todas las personas con las que hablabas estaban en una banda, y no importaba si sabían tocar o no. Así que sí, era una comunidad mucho más unida, sin dudas, en el Reino Unido. Y ahora lo estamos haciendo acá en el Club Malvinas. Hay mucha gente creativa que está aislada en un mundo digital., y este es un lugar donde podemos recuperar lo necesario para humanizar la experiencia.
- Es una apuesta grande, porque hoy parece flotar la idea de salvarse solo y que no importe lo que le pase a tu vecino.
Jaz Coleman: ¿Sabés lo que pasa con eso? les va a salir el tiro por la culata, porque la unión hace la fuerza. La unidad es nuestra única salida. Realmente creo que la única manera de salir adelante es alguna forma de colectivismo. Si todo el mundo construye grandes muros con alambre de púas, que es lo que están haciendo… ¿No viste lo que Trump está construyendo en Estados Unidos? Él las llama ciudades de la libertad (risas). Básicamente son como colonias de hormigas para los ricos, donde presumiblemente tienen búnkeres y jardines hidropónicos y cosas así. Y creo que vamos a ver muchas más de esas cosas. Pero lo que quiero decir es que mi generación fue, posiblemente, la última que creyó que se podía cambiar el mundo a través de la música o el arte, ¿me entendés? Y quiero aprovechar esta sensación de que se puede. Yo vi cómo la música cambia vidas, y me gusta pensar que este club facilita la generación de proyectos creativos para sobrevivir. Por eso es una labor de amor. No saco ninguna ventaja con esto, salvo conocer a gente increíble.
- Dr. Jaz Coleman and The Orchestra of Death se presenta el 29 de junio en Lucille, Gorriti 5520. Anticipadas en este link.
