Guía rápida de Napalm Death (atención: extremadamente rápida)

Ajusten los cinturones de seguridad: inminente arribo de los ingleses a Bs As

Por Exequiel Nuñez

Por séptima vez en su historia, los creadores del Grindcore van a visitar el país. Este jueves 27 de abril se presentarán en Uniclub, con Blast Bitch y Bloodfiend como soportes locales. Por si hace poco entraste al universo de las canciones cortas e intensas, o si te cuesta repasar una discografía que ya lleva diecisiete álbumes, aquí armamos una posible lista con cinco imprescindibles…

5Diatribes (1996)

El álbum anterior, “Fear, Emptiness, Despair” (1994), había constituido la entrada a pleno de Napalm Death en el sonido de los 90. El Death Metal estaba en baja en ese momento tan particular, pero la opción no era convertirse en los siguientes Fear Factory. En cambio, optaron por estructuras más descontraídas, asociadas al Hardcore, plenas de groove antes que centradas en los riffs persistentes del disco previo. Al escucharlo hoy en día, no quedan dudas de la década en que fue registrado. Aunque pasó con éxito la prueba del tiempo. La canción “Greed Killing” quedó como un buen ejemplo de que inclusive podían animarse a un hit radial.

4Harmony Corruption (1990)

El E.P. “Mentally Murdered” (1989) significó un quiebre en Napalm Death. No solo en lo musical, con un acercamiento a las estructuras más tradicionales del Death Metal, sino que esta grabación fue la última con la presencia del cantante Lee Dorrian y del guitarrista Bill Steer. Dorrian fue reemplazado con Mark «Barney» Greenway, firme desde entonces como frontman. Pero en lugar de Steer entraron dos violeros: Mitch Harris (proveniente de Righteous Pigs) y Jesse Pintado (de los pioneros Terrorizer). Con ellos se adentraron a pleno en fórmulas que a fines de los 80 se confirmaban como exitosas (el Death Metal de Florida), antes que continuar experimentando en el Grindcore que ellos mismos habían inventado. El hecho de grabar en los estudios Morrisound, bajo la dirección de Scott Burns, fue toda una declaración de principios. El baterista Mick Harris quizás fue el más flojo en cuanto a despliegue de técnica (aunque haya inventado los blast-beats), y no es casualidad que se haya retirado poco después. De este álbum, quedó para siempre en sus shows la canción “Suffer the Children”.

3Throes of Joy in the Jaws of Defeatism (2020)

Los últimos veinte años vieron una sucesión de sólidos lanzamientos para el cuarteto. Sin pudor, probaron insertar breves experimentos en el contexto de agresivas composiciones, tal el caso del saxo de Jon Zorn en una canción del disco “Utilitarian” (2012), o la voz de Anneke van Giersbergen en un corte de “Smear Campaign” (2006). Pero en su último larga duración, el vocalista Greenway apostó por salir de sus gruñidos cada vez que lo considerase necesario, como sucede en “Joie de ne pas vivre”. Mientras que se ha definido a “Amoral” como post-punk. En realidad, abundan los arranques epilépticos propios del Grind en la mayor parte del material. En una de sus obras más arriesgadas, el guitarrista Mitch Harris nunca será reconocido como se merece. Se trata de una de las mentes más creativas a la hora de crear riffs que desafían géneros, pero que pertenecen de forma inconfundible a una única banda.

2From Enslavement to Obliteration (1988)

La formación de Lee Dorrian (voz), Bill Steer (guitarra), Shane Embury (bajo) y Mick Harris (batería), suele ser tomada como la más emblemática de Napalm Death. Aunque en realidad no era la original (ni siquiera el baterista Mick Harris podía arrogarse el título de fundador), y duró apenas dos años. Este fue el único registro que dejaron, junto al E.P. “Mentally Murdered”. En F.E.T.O. refinaron el Grindcore que habían concebido en decenas de shows en pubs de Birmingham. Desde el agónico inicio con “Evolved as One”, a las brevísimas pero destructivas “Private Death”, “Impressions” o “Blind to the Truth”, demostraron que con 22 canciones en poco menos de media hora se podía arremeter contra toda arrogante pretensión de tecnicismo. E impactar de forma más duradera.

1Scum (1987)

La historia del primer álbum de Grindcore es conocida: se trata de dos sesiones de grabación distintas, con sendas formaciones, que el sello Earache se animó a prensar en un único vinilo. Y desde entonces se convirtió en un objeto de culto de la música del siglo XX. El blast-beat que perfeccionó Mick Harris (esa descarga continua sobre el redoblante), nació como una competencia entre bateristas para ver quien tocaba más rápido. Y junto a lo que parecía una broma, canciones de escasos segundos que debían repetir una y otra vez en los conciertos, dieron origen a todo un subgénero del metal extremo. “You Suffer” marcó el inicio de una nueva era sin límites. En la que apelaron a toda una generación con un mensaje fuerte y comprometido, que podía desplegarse en tan solo 1,316 segundos.  

*Napalm Death, Bloodfiend y Blast Bitch tocan el 27 de abril en Uniclub, Guardia Vieja 3360

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