“Martín falleció hoy 11 de enero a la madrugada. Su amor, su sonrisa, su música queda en nosotrxs para siempre”. Las palabras pertenecen a Cecilia Carrizo, hermana del legendario baterista que supo ser parte de A.N.I.M.A.L. Martín venía batallando con una enfermedad llamada esclerosis lateral amiotrófica que le había quitado la posibilidad de tocar la batería.
El pasado 3 de enero el músico había posteado en su instagram, “¡Hoy es mi Cumpleaños! La verdad pensé que no pasaba de Navidad pero acá estoy”. Esto iba en conjunción con mensajes previos, donde el batero describía el dolor físico que vivía día a día. Sin embargo, Martín seguía aspirando a encontrar un tratamiento que le permitiera seguir adelante. “Estoy terminando de trazar un nuevo protocolo para seguir buscando mi cura definitiva. ¡El 2022 me da muchas esperanzas! Sigo latiendo y respirando”, fue lo último que se lleyó de Carrizo.
Cualquiera que haya prestado atención minimammente al Metal nacional sabe del talento de Martín, un tipo que elevó el nivel de ejecución de la batería en estas tierras y dejó la vara muy alta. Sin ir más lejos, esa misma destreza le permitió acceder a tocar con músicos como Gustavo Ceratti y el Indio Solari.
Con A.N.I.M.A.L. grabó tres discos, entre ellos los clásicos «El Nuevo Camino del Hombre» y «Fin de un mundo enfermo». Pero Martín también fue parte del disco solista de Walter Giardino editado en 1998 y formó su banda Pression donde tocó junto a Emiliano Rojas, hoy en Simbiosis. Además, fue parte de las grabaciones de discos de Dar Sangre, Nueva Ética y Acid Rain, participando de la producción y como ingeniero de sonido.
Más allá de lo duro que fueron los últimos tiempos para Martín y el hecho de que su desaparición física pueda haber representado cierto alivio para él y sus seres querido, la noticia no deja de ser un duro golpe. Desde acá, nuestro pésame para su entorno.