El pasado 7 de enero Neil Peart, baterista de Rush, falleció a los 67 años de edad y con su desaparición este planeta se quedó sin uno de los músicos más talentosos que hayan pasado por él. Se lo reconoció por su habilidad detrás de la batería y por la destreza que mostró cuando se hizo cargo de las letras de su banda. Incluso fue un autor celebrado gracias a sus libros de no ficción y otros de ficción basados en conceptos suyos.
A tres días del último suspiro, Rush emitió un comunicado que decía, «Con los corazones rotos y la tristeza más profunda debemos compartir la terrible noticia de que el martes nuestro amigo, hermano del alma y compañero de banda durante más de 45 años, Neil, perdió su valiente batalla de tres años y medio contra el cáncer cerebral (Glioblastoma)».
Luego continuaba diciendo, «Pedimos que amigos, fanáticos y medios respeten la necesidad de privacidad y paz de la familia en este momento extremadamente doloroso y difícil. Aquellos que deseen expresar sus condolencias pueden elegir un grupo de investigación del cáncer o una organización benéfica de su elección y hacer una donación a nombre de Neil Peart».
A continuación, 5 miembros del staff de Jedbangers seleccionan sus momentos preferidos del legado de Neil Peart.
Q.E.P.D
1«Anthem» de «Fly By Night» (1975)
Por Nico Cabrera
Siempre se habló muchísimo sobre la capacidad sobrehumana de Peart con su instrumento, y así es que su técnica impecable es uno de los puntos que suele destacarse cuando se habla de la música de Rush. Pero dentro hay otro enfoque desde el que puede analizarse su legado e influencia. Escuchen por ejemplo esta potente maravilla llamada «Anthem», de «Fly By Night» (1975), segundo disco de Rush pero primero de Neil en el grupo. Si el batero no hubiese ingresado a la banda, «Anthem» podría haber sido una buena canción de Heavy Metal, con una marcha que fácilmente podríamos emparentar con la que venía asomando con la NWOBHM. Pero la inventiva y el nervio siempre activo de Peart lo llevan a acompañar a los instrumentos en cada corte, incluso a crear patrones complejos durante las estrofas que, en manos de cualquier otro baterista, seguramente hubiesen sido bases más simples. Todo esto es para decir que Rush es la banda que es, en gran medida, gracias al aporte de Neil detrás de los parches. ¿De cuántos otros bateros se puede asegurar que, más allá de talentos, hayan ayudado a formar el sonido de su banda? Les aseguro que no muchos.
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