Septicflesh llega a Buenos Aires

Cinco discos para conocer a los griegos

Por Exequiel Nuñez

Hacia comienzos de los 90 estallaba el Death Metal en prácticamente todos los rincones del mundo, aunque Estados Unidos y Suecia monopolizaron la movida. Sin embargo, desde la periférica Grecia surgió una agrupación que nos reveló que era posible hablar de Death Metal sinfónico y progresivo. Septiflesh viene explorando ese concepto a lo largo de nada menos que once álbumes. Si no los descubriste en su visita de 2017 (que además de Buenos Aires, incluyó Rosario y Córdoba), en pocos días tenés una nueva oportunidad para disfrutarlos en vivo. Mientras tanto, elegimos cinco de sus momentos más creativos.

5“Ophidian Wheel” (1997)

En su tercer álbum, Septic Flesh (entonces se escribía así su nombre) dio el paso más arriesgado de su entonces promisoria carrera. Las canciones no perdieron pesadez con respecto a lo presentado en “Mystic Places at Dawn” (1994) y ““Έσοπτρον” (1995), pero ganaron en gancho e inmediatez. La cantante Natalie Rassoulis, quien después formaría parte esencial del proyecto Chaostar, tuvo un destacado rol, en un contexto de gran variedad vocal que incluyó atrevidas piezas como “Tartarus”. Mientras que el guitarrista Christos Antoniou, que había estado ausente en ““Έσοπτρον” por motivos de estudios (se graduó en el London College of Music), ayudó a cimentar y expandir el lado sinfónico que no se detendría desde entonces.

4“A Fallen Temple” (1998)

Ante la amenaza de Paradiselostearse (sí, algo que sucedió mediados de los 90, con agrupaciones de origen extremo que simplificaron su sonido), los griegos dejaron en claro que no tomaban el camino fácil. Mientras canciones como “The Eldest Cosmonaut” y “Marble Smiling Face” presentaban melodías entradoras y estribillos accesibles, esta suerte de EP aumentado traía algunas sorpresas. Una parte la constituye la regrabación de los cuatro temas de “Temple of the Lost Race”, su primer EP de 1991. Aunque lo más disruptivo fueron las dos partes de la canción “Underworld”, una alocada pieza vocal y orquestal llevada adelante por Nataile y un cantante llamado Kostas Tzanokostakis. Mas propia de un musical que de una banda de metal extremo, Septicflesh nos demostró que no todo era decantar en el Metal Gótico más burdo.

3“Sumerian Daemons” (2003)

Septicflesh estuvo separado entre 2003 y 2007, y dos de sus integrantes, el bajista y vocalista Spiros Antoniou y su hermano Christos formaron el proyecto The Devilworx, junto al ex baterista Fotis Benardo. Pero antes de esa breve experiencia, dejaron este registro, uno de los más intensos hasta ese momento. “Sumerian Daemons” despejó cualquier duda de “comercialización”. Natalie Rassoulis continuó con su aporte lírico, pero aquí obviaron los cortes operísticos, y la vieja voz gutural de Spiros prevaleció en composiciones que traspasan el viejo molde de Death/Doom de los inicios, pero sin perder su agresividad y climas.

2“Communion” (2008)

El inicio de la segunda etapa de Septicflesh fue a pleno. Por primera vez grabaron con una orquesta real, la Orquesta de la Ciudad de Praga, utilizada con anterioridad por Dimmu Borgir y Therion, y que acompañaría a los griegos desde entonces. Títulos como “Lovecraft’s Death” y “Persepolis” prometen composiciones elaboradas y con tintes trágicos, y así sucede. En gran parte ayuda la combinación de las voces de Spiros “Seth Siro Anton” y el guitarrista Sotiris Vallenas, el cual resulta en un contraste entre el rugido autoritario y la entonación limpia, otra de las marcas personales del actual Septicflesh.

1“The Great Mass” (2011)

Sin subestimar sus últimos tres lanzamientos (“Titan”, “Codex Omega” y “Modern Primitive”), en su octavo larga duración Septicflesh alcanzó su punto cúlmine. La mixtura de dramatismo y agresión que los caracteriza se vio mediada por elementos sinfónicos en la medida justa. Una voz de soprano, coros y orquestaciones acompañan a las composiciones, amalgamándose en el vértigo. Mientras que las letras de canciones como “Pyramid God”, “Five-Pointed Star”, y “The Undead Keep Dreaming” nos llevan a ese universo tan rico de deidades, sueños y dimensiones que desafían las lógicas euclidianas y los límites entre el mundo visible y los otros. De eso se trata de esta música, de apelar a nuestros sentidos, tanto a los oídos como a la imaginación.

  • Septicflesh toca el 30 de octubre en El Teatrito, Sarmiento 1752

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