Por Exequiel Alberto Nuñez
“Somos Devil’s Poison, trío de Black/Sex/Speed Metal formado en la Patagonia Chilena”. Así se presenta esta agrupación del país vecino, que debutará en un escenario porteño este próximo sábado 6 de diciembre. Ubicados muy lejos del centro tradicional del metal chileno, en Santiago, ellos se las han arreglado para llevar adelante una carrera que ya incluye tres álbumes editados en diez años. “Dos miembros vivimos en Coyhaique, extremo sur del continente, y nuestro baterista en Melipilla. Llevamos una década desparramando rock negro, sexual y blasfemo por Chile y Latinoamérica, con shows en Argentina, Colombia, México y Ecuador. Somos ruido, velocidad y exceso. Nada más; nada menos”.
Su estilo tiene mucho del speed, thrash y otros estilos tradicionales. Para la banda se trata de “Velocidad, espíritu ochentero, sátira oscura, distorsión cruda y letras sobre sexo, violencia, calle, vicio y caos. No intentamos modernizar nada ni sonar ‘actuales’: simplemente mantenemos viva la llama sucia del metal tradicional llevado al extremo”.
Su temática se hace explícita en los títulos de sus discos y sus canciones, y el alcohol es uno de los temas que atraviesa sus letras. “Más que alcohol, nuestras letras hablan de exceso, en todas sus formas. Es parte de la estética, de las vivencias en giras, de noches interminables y decisiones cuestionables. No idealizamos nada: escribimos lo que vivimos. Es rock n’ roll —si no hay riesgo, sudor y olor a pecado, no tiene sentido”.
Teniendo en cuenta el carácter conservador de buena parte de la sociedad chilena, les preguntamos si no tuvieron problemas con el explícito arte de tapa de su último álbum, “Sex and Metal” (n del ed: ver video arriba). “Sorprendentemente, no. Tuvimos algunos intentos de ‘funa’ digital, pero decayeron miserablemente. La portada es explícita, directa y sin filtros, pero entendemos que el metal es un nicho: quien llega al disco ya sabe lo que busca. En Chile la sociedad es conservadora, sí, pero también convive con una fuerte cultura underground. El Metal acá es muy fuerte. Y en ese subsuelo, el arte provocador siempre ha sido parte del código. La tradición metálica trae cuero, cadenas, fuego, y putas”.
Varios de los lanzamientos de DeviI’s Poison están editados en cassette. ¿Son fanáticos de los formatos tradicionales? “Absolutamente. ¡El formato físico es esencial! Cassettes, vinilos, CD, fanzines. Venimos de la escuela donde el metal se escucha con las manos, se colecciona y se intercambia. Se revisa el booklet, se leen las letras, se miran las fotos. El streaming es útil, pero el espíritu está en lo tangible. Sin formatos tradicionales, el underground pierde el alma. Por eso, estamos tan motivados con esta fecha gestionada por Enterrado Vivo Zine, un acto de resistencia por el underground, en papel, como corresponde”.
Les consultamos sobre la posición especial la región de donde provienen, con respecto a la escena chilena, y esto respondieron. “Nuestra región —Aysén, Patagonia profunda— no tiene escena. Eso es lo especial: crecer sin referentes cercanos te obliga a mirar hacia afuera, a trabajar el doble y a tomarte esto en serio. El poder tocar en Santiago, la capital de Chile, involucra desplazamientos en avión, o viajar dos días en bus (pasando por Argentina). Quizá por eso Devil’s Poison se movió tan rápido a girar fuera de Chile y a editar con sellos extranjeros. Desde la Patagonia, para existir, debes ser ruidoso. Y para nosotros, tocar en Coyhaique, Santiago, o Bogotá, es igual de difícil y costoso en todo sentido”.
Es conocida la competencia y hasta enemistad en algunos temas entre Argentina y Chile. ¿Cómo lo ven desde el punto de vista de músicos? “Desde la vereda del metal, esa rivalidad no existe. Las bandas, sellos y fanzines de ambos lados compartimos el mismo espíritu: ruido, hermandad y destrucción de la vida normal. Chile y Argentina tienen escenas distintas, pero complementarias. Nosotros hemos tocado varias veces en territorio argentino y siempre encontramos público fiel, camaradería y respeto. Por otra parte, nosotros vivimos en la Patagonia Chilena. Desde Chiloé al sur, Chile se desmembra, y quedamos ‘al lado argentino’ de la cordillera de los Andes. Acá en la Patagonia, las costumbres son de gaucho, se bebe mate, se bebe fernet. Comemos milanesa, para nosotros y nuestros abuelos, es y era más fácil ir a comprar a Comodoro Rivadavia, que a Puerto Montt. Hay más similitudes que diferencias”.
¿Qué expectativas tienen de esta gira, que incluye Buenos Aires? “Queremos detonar en rock negro a Buenos Aires. Es nuestra primera vez en la capital y sabemos que la ciudad tiene un estándar altísimo en metal extremo. Vamos con un show más afilado, un disco nuevo (“Sex and Metal”), recién salido e intención clara: dejar una marca y volver pronto. La meta es simple: que después del show, el público diga “¿qué carajo fue eso?” y se quede con ganas de más”.
Para finalizar, les pedimos qué nos adelanten cómo es un show de Devil’s Poison, para quienes planean verlos en su debut porteño. “Si van por primera vez, prepárense: un show de Devil’s Poison es velocidad, transpiración, contactos visuales incómodos, olor a cuero mojado y energía sexual descontrolada. No somos una banda para ‘mirar’. Somos una banda para sentir, para dejarse llevar por la distorsión y el caos. Vayan listos para una noche de pecado, rock negro y exceso. La Patagonia llevará su veneno hasta ustedes”.
- DeviI’s Poison se presentara en el marco del Animales del Caos IX, junto a Insecurity (también de Chle), Rawness (de Chubut), Destrucción Craneal y Souflikar en Club V, Avenida Corrientes 5008, CABA, a partir de las 23.







