Por Exequiel Alberto Nuñez
Desde comienzos de los 90, Noruega quedó asociada al Black Metal. Si bien para entonces poseía dignos exponentes tanto en el metal tradicional como en el Thrash, en cuanto a las vertientes extremas la camada liderada por Euronymous impuso de manera definitiva al metal negro sobre cualquier otro subgénero. Desde entonces, ese país sería sinónimo de Black Metal. Aunque en 1998, dos músicos vinculados a bandas como Emperor y Satyricon, dieron inicio a una agrupación encaminada a pleno en el Death Metal. Los guitarristas Tchort y Død, en ese entonces guitarristas en la banda liderada por Satyr, dieron rienda suelta a su pasión por el metal brutal con Blood Red Throne. El demo “Deathmix 2000” dio inicio a una extensa discografía, que abarca once álbumes. El 8 de diciembre los noruegos llegan a Buenos Aires junto a Incineration y Dislepsia, así que aprovechamos su inminente visita y destacamos tres momentos en su carrera.
1“Monument of Death” (2001)
Para comienzos de este siglo, el Death Metal no estaba en su mejor momento, sobre todo en su versión más brutal. Si bien bandas como Nile y Krisiun se encontraban renovando el género, los sonidos de moda venían por el lado del Black y lo gótico. Así que con pocas expectativas, el debut de Blood Red Throne irrumpió sin pudor con todos los elementos tradicionales, y resultó un bombazo. Hay claras referencias a bandas como Cannibal Corpse (el bajista Erlend Caspersen inserta arreglos a lo Alex Webster), y la velocidad y agresividad no toman descanso. Por su parte, el cantante Mr. Hustler entrega los guturales obligatorios, redondeando una contundente obra que tal vez pasó desapercibida, pero no perdió vigencia 23 años después.
2“Brutalitarian Regime” (2011)
En su sexto larga duración, Blood Red Throne contaban con el cantante Vald. Se trataba de su tercer (y último) trabajo con la banda, y realizó una tarea más que eficiente en todos los discos en que participó. Pero aquí los noruegos tuvieron que enfrentar la salida del guitarrista fundador Tchort, y un cambio de baterista. Emil Wiksten cubrió el puesto detrás de los parches tal como se esperaba, combinando blast beats con ritmos a medio tiempo, que incrementan la violencia. Mientras que el guitarrista Ivan «Meathook» Gujić (presente hasta la actualidad), se reveló como experto en cuanto a riffs plenos de cortes, pero también con melodías.
3“Nonagon” (2024)
El último disco de los noruegos arranca con un chillido de parte del cantante y bajista Sindre Wathne Johnsen, el músico de ingreso más reciente. A partir de ahí, se suceden una gran cantidad de recursos en lo vocal, sin salir de lo esperado para el género. Y, por supuesto, hay una buena dosis de arranques veloces, alternados con tempos lentos y densos, así como también arreglos melódicos, demostrando que el Death Metal puede explorar diferentes alternativas en un mismo lanzamiento. En esta grabación se destaca el golpe preciso y violento de Freddy Bolsø, el baterista original, que retornó en 2013. Luego de tantos años, Blood Red Throne demuestra que se puede mantener fresco un género que ya contabiliza más de 35 años.
- Blood Red Throne se presentará el 8 de diciembre a las 19hs en Marquee Session Live, Av Scalibrini Ortiz 666, CABA, junto a los locales Incineration y Dislepsia.