Fotos y texto por Martín Darksoul
La banda integrada por Andrés Gimenez, Titi Lapolla y Marcelo Castro volvió a tocar frente a un público de cientos de personas por primera vez en casi un año. El show se llevó a cabo siguiendo los protocolos del gobierno de la ciudad en el marco de la pandemia que afecta al mundo actualmente.
La primera impresión fue rara y de incertidumbre al ver como estaban dispuestos los espacios para el público. Habían armado corralitos con soga, como los caminitos que se arman habitualmente para ordenar una cola, pero en este caso estaban dispuestos de forma cuadrada para que albergar hasta 4 personas aproximadamente.
El lugar que ocupaba cada persona se resolvía por orden de llegada, estaba todo bien separado y se respetaba cierta distancia, a pesar de que la capacidad estaba agotada (de hecho, no se vendían entradas en puerta).
En cuanto al show que brindó A.N.I.M.A.L. fue de otro planeta en todo sentido. Primero, claro, por la performance de los músicos, pero también en cuanto a sonido. Si bien por dispocisiones gubernamentales el volumen máximo era de 90db (cuando suele ser más de 130db), el sonido era cristalino, impresionante. Se escuchaba todo súper claro, y hay que tener en cuenta de que se trató de un concierto al aire libre.
La puesta en escena consistía, más que nada, en una serie de pantallas gigantes en un escenario enorme de nivel internacional, con un set de luces de primera.
La lista de temas fue acertadísima, repasando los clásicos de siempre y temas del último álbum, «Una razón para seguir», editado en el ya lejano 2018.
El público, como siempre, se comportó de primera, disfrutando de un show al aire libre y dentro de su cómodo pero limitado espacio.
Mientras dure este nueva normalidad, brindemos por mas shows así, A.N.I.M.A.L. demostró que se puede.
JEDBANGERS 127